
- La ciudad de Sigüenza celebra su fiesta patronal con un programa de festejos que combina los actos tradicionales, que representan la Cofradía de San Vicente y los Dulzaineros, con el impulso turístico, siempre con el máximo respeto por la historia de la ciudad, que le da a la celebración la Asociación de Empresarios de Sigüenza con la organización y convocatoria de la tercera edición del festival de música étnica Segontia Folk.
El 22 de enero Sigüenza volverá el día de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad. Desde hace siete años, la Cofradía del Santo, dulzaineros, Asociación de Empresarios y Ayuntamiento unen fuerzas para añadirle ingredientes nuevos ingredientes culturales a la celebración. Las actividades se concentran entre los días 21 y 25 de enero.
La III Edición del Segontia Folk, festival de música étnica que incluye en su cartel a la XXVIII Edición del certamen de dulzaina José María Canfrán, abre paso desde la ciudad a las raíces de diferentes músicas del mundo. Su celebración, que cada año genera una mayor expectación, se añade al programa de festejos, en este caso invariable, que recoge los actos tradicionales.
Los orígenes de la fiesta que convierte al santo en patrón de la ciudad, se encuentran en un 22 de enero del año 1124, día en que un Obispo francés procedente de Aquitania, D. Bernardo de Agén, tomaba el castillo y la ciudad que estaban en poder de los musulmanes para consagrarla al santo del día.
Años más tarde, se erigía una iglesia dedicada a San Vicente, una joya del arte románico que merece ser visitada, y que está situada en el corazón de la ciudad medieval, frente a cuya fachada se celebran los actos conmemorativos de la fiesta. De fines del siglo XVIII data la fundación de la Cofradía que lleva el nombre del santo y que se encarga de la organización de los actos.
La Cronista Oficial de la ciudad, Pilar Martínez Taboada, describe así la Iglesia de San Vicente al viajero curioso:
“Desde el siglo XII es parroquia seguntina esta iglesia de San Vicente, cuya advocación está estrechamente relacionada con la historia de la reconquista de la ciudad. Fue el 22 de enero de 1124, día dedicado a este santo diácono y mártir, cuando las tropas castellanas, al mando del obispo seguntino Don Bernardo de Agén, conquistaron el castillo de Sigüenza a los musulmanes. En recuerdo de esta victoria, se dedicó a San Vicente una de las parroquias que se alzaron en la ciudad a mediados del siglo XII. A principios del XIII se amplió el primitivo templo y su interior es hoy un ejemplo del estilo protogótico. Viajero, desde la plazuela del Doncel, donde se alza la casa solariega gótica de la familia de Martín Vázquez de Arce, solo podrás ver sus muros y su torre de las campanas. Pero si avanzas lentamente por la Travesaña Alta podrás descubrir poco a poco las arquivoltas de tradición románica que componen su portada, semejantes a las alzadas por estos mismos años en la fachada principal de la Catedral. Si quieres admirarlas en todo su esplendor, tienes que situarte frente a ellas al final de la calle San Vicente, la que en aquellos años unía la Judería seguntina, ubicada en la Travesaña Baja, con la Travesaña Alta, sede de las ferias anuales de la ciudad. Antes de continuar tu camino, penetra en su interior, rehabilitado magníficamente por su antiguo párroco, Gerardo López, para admirar su Cristo gótico”.
La celebración del certamen de Dulzaina y Tamboril José María Canfrán, que ya va por su XXVIII edición (Ver cartel aparte), es uno de los platos fuertes de la celebración. Como cada año, en 2015 tendrá lugar el día 22 a las 19.30 horas, e irá precedido por un pasacalle que, a mediodía saldrá desde la Iglesia de San Vicente acompañado por el sonido de estos instrumentos.
La fiesta tiene un componente pagano de profundas raíces primitivas y que con el paso del tiempo ha sido cristianizado: encender una hoguera para recibir el solsticio de invierno. Es precisamente en torno al 22 de enero cuando los días se alargan visiblemente. Esta circunstancia se celebra desde tiempos remotos encendiendo una hoguera en la plaza con la finalidad simbólica de iluminar las tinieblas y abastecer de fuego al sol que renace.
En Sigüenza el 21 de enero a las 20:00 horas el Mayordomo y los cuatro Hermanos menores de la Cofradía reviven este momento encendiendo una hoguera en la Plazuela de San Vicente, frente a la Casa del Doncel, acompañados por el sonido de dulzainas y tamboriles. Al final, los niños saltan la hoguera buscando el fuego purificador y se tiznan la cara con pedazos de carbón.
Como no hay onomástica sin dulce, a la salida de la novena y durante la hoguera la Cofradía vende las típicas “rosquillas del Santo”, que son degustadas por el público al son de los instrumentos típicos: dulzaina y tamboril.
En cuanto a los actos religiosos, se inician con la novena donde se cantan “los gozos del Santo” todas las tardes durante nueve días hasta la víspera. El día de San Vicente la Cofradía celebra misa solemne y procesión del Santo por las calles de la ciudad medieval.
El día 23 se celebra “San Vicentillo” en los soportales de la Plaza Mayor se baila al son de la dulzaina y el tamboril lo que se conoce como el “bibitoque”, durante el que se reparte vino, naranjas y dulces que es costumbre entreguen los hermanos entrantes en la Cofradía.